Las pilas son un residuo de alta toxicidad, sobre todo las de botón, que no se deben mezclar con el resto de basura y que necesitan un tratamiento especializado. No en vano, una pila de botón de mercurio puede contaminar 600.000 litros de agua, la pila alcalina unos 167.000 litros, la de zinc unos 12.000 y la de carbón, unos 3.000 litros de agua. Además, tienen un poder contaminante que dura hasta 500 años.
Por todo ello, la ciudad de Granada cuenta con un total de 63 contenedores para la recogida de pilas, lo que supone, un contenedor por cada 1000 habitantes.
Los contenedores que se instalarán en la calle tienen una capacidad de 60 litros. Además, se van a suministrar a empresas, colegios, asociaciones de vecinos y centros públicos que lo soliciten otros contenedores más pequeños (de 20 litros) que una vez llenos retirará Inagra.